domingo, 9 de junio de 2013

Multar a los padres para afrontar el problema.


Elena G. Sevillano y Manuel Altozano explican en su artículo de "El País" que el Estado podrá multar a los padres que no impidan las borracheras graves de sus hijos:

"Es sólo una propuesta y ni siquiera está redactada en un proyecto o borrador de texto legal. El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PND), Francisco Babín, propuso ayer que los padres puedan ser multados en caso de que sus hijos menores acudan reiteradamente a urgencias con una intoxicación o coma etílico. El objetivo no es penalizar la conducta de los adolescentes, sino la falta de diligencia en el cuidado o la tutela que los padres demuestran al permitir que se repitan esos atracones. “Tolerar o favorecer por inacción el consumo excesivo y reiterado de alcohol es una forma de maltrato hacia el menor, porque afecta a sus capacidades futuras”, asegura Babín. “No olvidemos que el alcohol mata neuronas”, añade el delegado del PND, dependiente del Ministerio de Sanidad.

El ministerio estudia incluir ese tipo de sanciones —de las que, por el momento, se desconoce la cuantía— en el anteproyecto de ley para la prevención del consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad que ya anunció la ministra Ana Mato el pasado 13 de abril en el Senado.

Existen básicamente dos perfiles de pacientes que llegan a urgencias con una intoxicación etílica, los alcohólicos y los adolescentes que proceden de fiestas o lugares de ocio y es muy raro el reincidente del segundo perfil."

En mi opinión, es una reforma un tanto exagerada. Es cierto que hay que poner solución, pero también es conveniente barajar otras alternativas. No creo que este problema se solucione a base de multas ni que se reduzca la incidencia y la reincidencia en las intoxicaciones etílicas. Pienso que esto es parte de la hipocresía del Estado y que uno de los fines que pretende conseguir, por no decir el más importante, es recaudar dinero, no la protección del menor. También pienso que los Servicios Sociales deben velar por los menores, controlando la educación que reciban de sus padres, pero no metiéndose de pleno en ella.

Programas sociales, más información, talleres o simplemente dejar de reformar el sistema educativo serían varias de las alternativas para afrontar el problema de los menores con el alcohol. Desde mi punto de vista, el problema hay que erradicarlo de raíz, hay que preguntarse el por qué de esos comas etílicos y empezar a trabajar desde la base, no recurrir a multas que lo único que provocan es que el adolescente evite acudir al hospital por miedo a la sanción.

Otro de los obstáculos que trae esta reforma es la Ley de Autonomía del Paciente, que establece la mayoría de edad sanitaria en los 16 años. No es necesario informar a los padres o tutores del ingreso hospitalario de un menor de 16 a 18 años. La ley, sin embargo, prevé una salvedad en caso de “actuación de grave riesgo” para la persona. Es decir, la futura ley que regule la propuesta podría reformar la autonomía del paciente en caso de que estuviera en conflicto con ella, y mi pregunta es:¿a qué precio estamos dispuestos a reformar nuestra autonomía?.
 
Rocío Moreno 

viernes, 7 de junio de 2013

Policias en lucha, delito y castigo.

Amanece sobre Madrid. Los primeros rayos de sol caen sobre una ciudad en conflicto, iluminando las paredes de la capital del Estado, y en ellas se ve reflejado el descontento social. Los explotados y oprimidos han vuelto a aceptar la calle como su medio de lucha, y las paredes como su medio de expresión. Pero dentro de las nuevas formas de lucha que están surgiendo al calor de la crisis, también ha surgido entre nosotros un enemigo, un enemigo que intenta pasar desapercibido y hacernos creer que está de nuestro lado. Que sus objetivos son los nuestros.

Abrumados por los recortes y por el empeoramiento de sus condiciones laborales, la policía municipal de Madrid se ha declarado en lucha. Impulsados por un sentimiento de solidaridad recién descubierto, la policía municipal ha decidido “plantar cara” a sus amos de la misma y ridícula forma que está ahora tan de moda dentro del panorama reivindicativo actual, por supuesto desde su posición privilegiada que ofrece este sistema a quienes los defienden. No pararán hasta conseguir unas condiciones dignas en las que ejercer la opresión. Porque lo necesitamos, es por nuestra seguridad.

La indignación de este colectivo es alarmante. La espuma brota de sus bocas cuando hablan de sus amos, sus panfletos y pintadas transmiten una rabia inusual. Se quejan contra su despilfarro, contra los amiguismos en el ayuntamiento. Se quejan del gasto generado por las distintas “corazonadas” del ayuntamiento de Madrid respecto a próximas olimpiadas. Sin embargo, no se quejan de que reciben pluses por poner más multas. No se quejan del papel que tienen sus “hermanos mayores” en los desahucios, o en la represión brutal de manifestaciones en las calles. No se quejan de este sistema “representativo” que nos roba la libertad y capacidad de decisión, ni del sistema económico, que nos roba nuestra fuerza de trabajo y la dignidad.Y tampoco se quejan de que tengan que meter gente en la cárcel.
No se quejan de nada de esto, porque son una institución represiva al servicio de la clase dominante. Y como todas las instituciones represivas a lo largo de la historia solo son capaces de mirar por el ombligo de sus amos. Su única función es defender el orden social establecido, perpetuando la desigualdad. Y cuando desaparezca la desigualdad, desaparecerán ellos.

Mucha gente, al leer esto, se llevara las manos a la cabeza. “¿Cómo es posible que se atrevan a decir esto de la policía? ¡Si son la única barrera que impide a la civilización sumirse en el caos! ¿Quién nos protegerá de todos aquellos asesinos, ladrones y violadores que acechan tras las esquina, y cuyo único fin es acabar con mi democrática vida?” Para poder contestar a estas preguntas, es necesario ahondar en la función básica de la policía, que es castigar el delito. Una vez aceptamos esto, debemos definir el delito.

Para empezar cualquier definición coherente del delito hay que entenderla desde un punto de vista social. El delito es consecuencia de los hechos sociales, ya que es un producto de la personalidad (moldeada por los agentes de socialización) y del contexto (definido gracias a los hechos sociales).  Las instituciones juegan un papel muy importante en la definición de la personalidad y en la creación del contexto. Se puede ver sin lugar a dudas como en las zonas donde hay mas pobreza (y por tanto mas necesidad) los índices de delincuencia son mas altos.  Necesidad y delincuencia se entrelazan hasta que ambas terminan institucionalizándose, llegándose a crear estos “focos de delincuencia” de forma natural, debido a la inherente discriminación producto del capital. Es por esto por lo que sostenemos que es el propio Estado el que crea y castiga el delito para poder asustarnos de nosotros mismos y poder seguir engordando en las poltronas. Pero el Estado no se queda allí, si no que va mas alla creando una legislación castigadora del delito que crea unos privilegios jurídicos ante los cuales tampoco somos iguales. Y para corroborar esto, no hay más que ver la última reforma del código penal (que criminaliza la protesta social), o como los poderosos se libran de sus condenas por delitos que causan muchísimo mas daño que aquellos delitos por los que van a la cárcel los desposeídos. ¿O acaso van a la cárcel los políticos corruptos? ¿O los responsables de las entidades bancarias que agolpe de desahucio empujan a la gente al suicidio? Nosotros no pedimos penas de cárcel para esta gente, pues rechazamos la justicia burguesa en todas sus formas, y por tanto no creemos en su sistema penitenciario. Introducir a una persona que (según nuestros amos) está desarrollando conductas “antisociales” o delictivas con otras personas que ya las han desarrollado creando una brecha entre la vida real y la vida penitenciaria (es por eso que las personas que pasan largos periodos de tiempo en la cárcel suelen institucionalizarse, es decir, no saben vivir fuera de la cárcel), ya en esencia, como agente de reinserción, no tiene sentido alguno. ¿Qué aprende una persona en la cárcel si no es como mejorar sus conductas para que no la vuelvan a pillar? Es cierto que “reinsertan” a gente, aunque es muy posible que esas personas que no reinciden es o bien que no necesitaban ser reinsertadas (hayan cometido el delito o no) o bien es el terror el que le guía a no delinquir, y como también sostenemos, las conductas aprendidas por el miedo no se aprehenden y tarde o temprano termina saliendo a la luz.

Tampoco creemos que sea ante los jueces y sus leyes ante quienes tenga que responder un delincuente, sino ante las personas implicadas con un seguimiento social.

Nuestras convicciones y actos los guiamos hacia la eliminación del delito y no por su castigo.
Esta sería, por así decirlo, nuestra crítica más científica (aunque no está completamente desarrollada). La crítica más política es que somos antiautoritarios y, siendo capaces de autogestionar nuestra propia defensa, la que libremente elegiremos nosotros, no queremos la que nos imponen las clases dirigentes, la cual no sirve más que para perpetuar la miseria, el individualismo, el miedo al prójimo y la lucha mutua frente al apoyo mutuo.

En una sociedad comunista libertaria al desaparecer la propiedad privada y la autoridad gran parte del delito desaparecería junto con la dominación del hombre sobre el hombre y las desigualdades económicas. Sin embargo, sería iluso por nuestra parte el afirmar que el delito desaparecería por completo. Es evidente que los conflictos y agresiones se seguirán produciendo, aunque en mucha menor medida, por haber roto con el individualismo y haber primado las relaciones sociales y en igualdad frente a las relaciones de poder. ¿Cómo gestionar estos conflictos sin caer en el autoritarismo? Al ser defensores de la acción directa, creemos que deben ser las personas afectadas por la acción (incluido aquel que la lleva a cabo) los que valoren la situación y busquen la solución, siempre evitando la venganza y el beneficio personal, y nunca delegando en policías, jueces o demás instrumentos de represión burguesa.

Andrés de la Pezuela Susanto

jueves, 6 de junio de 2013

Libertad en el S.XXI


El ministerio de justicia plantea una propuesta en el borrador del anteproyecto, donde dice que los jueces pueden pedir a la policía que instalen troyanos en los ordenadores, tabletas de los investigados.

La propuesta es: 

Artículo 350. El Tribunal de Garantías podrá autorizar, a petición razonada del ministerio fiscal, la utilización de datos de identificación y códigos, así como la instalación de un software, que permitan, de forma remota y telemática, el examen a distancia y sin conocimiento de su titular o usuario del contenido de un ordenador, dispositivo electrónico, sistema informático, instrumento de almacenamiento masivo de datos informáticos o base de datos, siempre que la medida resulte proporcionada para la investigación de un delito de especial gravedad y sea además idónea y necesaria para el esclarecimiento del hecho investigado, la averiguación de su autor o la localización de su paradero.

Artículo 351.2. Las autoridades y los agentes encargados de la investigación podrán ordenar a cualquier persona que conozca el funcionamiento del sistema informático o las medidas aplicadas para proteger los datos informáticos contenidos en el mismo que facilite la información que resulte necesaria para el buen fin de la diligencia. 

En mi opinión, es una falta grave de intromisión en la libertad de las personas y vulnera los derechos fundamentales de los individuos, lo ponen como excusa para investigar pero en el fondo es una manera sutil de controlarnos cada vez más. 

Al entrar en el ordenador de las personas le están quitando su derecho a la intimidad, no sólo vulneran el de la persona “investigada” sino también de los demás usuarios que tengan un vínculo con dicha persona. 

Es una forma más de tenernos vigilados bajo la excusa de que es para protegernos. ¿Hasta qué punto se pueden violar los derechos de libertad? 

¿Es moral entrometerse en la intimidad de las personas? ¿Dónde queda la autonomía de las persona, si cada vez nos dejan ser menos autónomos y todo está regulado por sus leyes?



Adriana  Gómez.

miércoles, 5 de junio de 2013

Autonomía y bienestar: La vejez

Llama mucho la atención lo normalizada que esta la situación de muchísimas personas mayores, se considera que, por haber llegado a cierta edad no pueden hacerse cargo de ellos mismos, a su vez llama también la atención la cantidad de personas mayores que están básicamente ``abandonadas´´ por sus familiares.

Hay muchísimas familias e instituciones que fomentan diariamente la dependencia de la tercera edad, haciéndolas cada vez mas necesitadas de un asistencialismo que niega en todo momento aprovechar de un modo libre la ultima etapa de sus vidas, siempre por el propio bienestar del anciano/a en cuestión.
Creo que no hace falta reflexionar mucho para darse cuenta que la mejor manera de ayudar a una persona anciana es fomentar mediante ciertas actividades la propia autonomía de la persona, haciéndola responsable de su propia vida y ayudándola solo de una manera que respetase la libertad de la persona.

Si se niega la autonomía a una persona en pro al bienestar de la misma estas anulando su condición de persona libre, incluso en casos de demencia, en los cuales la persona tiene grandes dificultades para valerse por ellos mismos, habría que intentar velar por la propia autonomía de la persona, sobre todo en las primeras fases de la enfermedad. Cosa que no se hace en la mayor parte de las residencias de ancianos, donde prima que no se de problemas y que tengan cubiertas sus necesidades básicas antes que intentar alargar lo máximo posible el tiempo en que esa persona se puede hacer cargo de si misma.

Sigo pensando que el principal problema por el que se niega la autonomía de los individuos en pro al bienestar es lo sencillo que es tomar decisiones por otra persona para que este bien, olvidándose de que esa persona quizá necesita decidir por si misma como va a estar mejor, me parece muy importante no olvidarse que tanto los familiares como los profesionales están tratando con una persona, libre, que esta disfrutando o sufriendo una ultima etapa vital, y que si se fomentase la autonomía de dicha persona en vez de un bienestar prefabricado, se conseguiría en la mayor parte de los casos que los ancianos disfrutasen de esa ultima etapa, en vez de verse convertidos en niños de avanzada edad, dependendientes y muchas veces incomprendidos por aquellas personas que deciden cuidarles de una manera que muchas veces hace que estos ancianos sientan esta ultima etapa, como una de incomprensión, sometimiento y abandono.

David Agarrado Perales

martes, 4 de junio de 2013

Desahucios

Según el artículo 47 de la Constitución Española, “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.” 

Pues bien, desde el año 2008, España ha registrado más de 400.000 desahucios, que, según la RAE, consiste en el desalojo o expulsión de un inquilino mediante una acción legal.

Hoy en día y a raíz de la crisis económica, miles de familias tienen que abandonar forzosamente su vivienda habitual, al igual que miles de empresarios, que se ven obligados a ceder sus fincas o lugares de trabajo por impago de hipoteca.

Este hecho no respeta la autonomía de la persona, y menos su bienestar. Tener vivienda es un derecho humano, y como bien dice la ley, los poderes públicos serán los encargados de promover todo aquello que sea necesario para hacer efectivo este derecho.

En mi opinión, vivimos en un Estado de bienestar que no garantiza a sus habitantes una vivienda digna, un Estado que permite el rescate de la banca sin juzgar a los banqueros, o lo que es peor, un Estado que permite una violencia económica que en muchos casos desemboca en el suicidio de la víctima.

Permitir la expulsión de sus casas a los españoles más afectados por la crisis hace que la idea de libertad, democracia y autonomía en España pierdan todo su valor.

Es cierto que se ha tratado de paliar los desahucios, se ha intentado renegociar con cambios en las condiciones o reestructuración del contrato hipotecario, se ha tratado de reconducir o se ha pretendido llegar a acuerdos. Pero también es cierto que esta prórroga diseñada para los casos extremos sigue teniendo contra las cuerdas a los más afectados y, como buen paliativo, sólo suaviza el dolor de esas personas que viven asfixiadas por las deudas hipotecarias.

En conclusión, veo necesario un cambio legislativo ya que hay algo que va mal, tanto en la estructuración de la ley como en la ejecución de esta. Aparte de privar a la gente de su hogar habiendo miles de viviendas vacías, esta ley no se aplica según la realidad social, algo que obliga el Código Civil.

Rocío Moreno

domingo, 2 de junio de 2013

Mutilación Genital Femenina.



La Mutilación Genital Femenina (MGF denominado a menudo) es una operación destructiva, en la que los genitales femeninos son, en parte o en su totalidad, retirados o dañados con el objetivo de inhibir los sentimientos sexuales de una mujer. 

Muy a menudo la mutilación se lleva a cabo antes de la pubertad, a menudo en las niñas entre las edades de cuatro y ocho años, pero recientemente se lleva a cabo cada vez más en lactantes que son sólo un par de días, semanas o meses.

Hay diferentes tipos de mutilación:

1. Escisión del prepucio del clítoris ("Sunna-circuncisión") y del clítoris o partes del mismo.

2. Extirpación del prepucio del clítoris, el clítoris y los labios menores o parte de ellos.

3. Escisión de parte de o la totalidad de los genitales externos ("infibulación", también conocida como "circuncisión faraónica"). Después, las partes restantes de los labios exteriores se cosen juntos dejando un pequeño orificio para la orina y el flujo menstrual.

4. La perforación, corte o estiramiento del clítoris o los labios, también quema o cicatrización de los genitales, así como extracción de la abertura vaginal o la introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina con el fin de ajustarlo. Plus: cualquier otro procedimiento, lo que perjudica o circuncida los genitales femeninos.

Según la OMS, unos 140 millones de mujeres y niñas han sufrido en la actualidad  la ablación del clítoris. De estas, 92 millones de chicas de más de diez años provienen del continente africano.
En cuanto a la legislación, la práctica de la ablación genital femenina viola diferentes derechos humanos y es sufrida por numerosas mujeres en el mundo, por lo que diversas instituciones han creado campañas en contra de dicha práctica.


En mi opinión se trata de un tema de autonomía y bienestar. Por un lado es un tema de autonomía de la persona, ya que no se respeta su opinión sobre el tema de la mutilación femenina, ya que en muchas ocasiones se hace cuando son lactantes, y las quitan la capacidad de tener relaciones sexuales plenas. Por otro lado es un tema de bienestar ya que la legislación debe tener esa parte protectora porque son menores de edad, y se están violando sus derechos humanos.




Adriana Gómez.

viernes, 31 de mayo de 2013


La autonomia y la dependencia


La autonomía y la dependencia, términos contrapuestos en su contenido, pero que entrelazados ayudan a comprender ese complejo mundo de la discapacidad.

'' En España, el sistema de atención integral que trata de desarrollar la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, busca garantizar a las personas dependientes “unos derechos básicos, fundamentados en los principios de universalidad, equidad e igualdad”, enmarcados en un Sistema Nacional de Dependencia configurado por la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.'' Vega, Fuentes. A (2007, p. 240-241)


Es importante destacar que al realizar un balance entre estos dos términos sea precisamente el término “dependencia” quien parece haber asumido el protagonismo.

Existe un Sistema Nacional de Dependencia. Lo que obedece a la intención de la legislación de dar respuesta a la dependencia, cuando seguro que lo más correcto sería reforzar la autonomía para evitar así la dependencia.

El desarrollo del sistema nacional que aborda la atención a la dependencia tiene su origen en un aumento de demanda por parte de los ciudadanos. Ya sea por parte de aspectos relacionados con la dependencia, de factores relacionados con el envejecimiento o de factores relacionados con el desarrollo económico. Se presenta, pues, una situación nueva que pide respuestas novedosas. 

Pero ¿es necesario dar  prestaciones económicas o servicios que responden de manera concreta a las necesidades según el grado de dependencia?, o deberíamos promover la autonomía con una atención educativa personal más allá de las prestaciones técnicas o asistenciales. 

Encontramos una controversia entre lo que debería ser y lo que es, y sobre todo a lo que están dispuestos a ofrecer para mejorar esta situación y lo que dan. 

Es un enfrentamiento de posturas, pero ¿no es cierto que queremos que las personas con dependencia tengan recursos pero que esos recursos sean los que les ayuden a dar y mejorar la autonomía?

Es difícil decir donde comienza la promoción de la autonomía y donde acaba la prestación de recursos, sí que es importante hacer alusión de manera directa a que estas medidas son buenas sí, pero ¿hay un verdadero interés en promover la autonomía o todo forma parte de un intento de capitalización de los recursos y la manera de prestarlos para así formar una supuesta autonomía cuando no lo es?

Esto es un aspecto a pensar y reflexionar. 

MARIA NIETO LOPEZ 
Bibliografia:
Vega,Fuentes. A ; DE LA DEPENDENCIA A LA AUTONOMÍA:¿DÓNDE QUEDA LA EDUCACIÓN?; Educación XX1. 10, 2007, pp. 239-264


Empoderamiento y autonomia de las mujeres

El empoderamiento ha alcanzado su máxima expresión en los estudios relativos al género, como proceso de cambio para las mujeres, en el que van aumentando su participación en la sociedad. 

Desde esta perspectiva, el empoderamiento implica:
  1. La toma de conciencia sobre su subordinación y la toma de confianza en sí mismas.
  2. La autonomía para decidir sobre sus vidas.
  3. La movilización para identificar sus intereses y transformas sus relaciones, estructuras e instituciones que les limitan y perpetúan su situación de subordinación.
Esta manera de pensar y de llevar  a cabo una filosofia de vida se hace necesaria para mejorar la situacion de muchas mujeres en muchas circustancias.
Es importante que estas mujeres asuman este poder porque asi conjuntamente aumentará su autonomia.

El empoderamiento femenino no solo se resumen a  aquello relacionado con momentos perjudicales para la mujer como es el caso de sufrir maltrato, esta forma de ver la vida se relaciona con todos las experiencias vividas.

Es clave destacar que en el caso de que la mujer haya sido maltratada y se convierta en una superviviente, el empoderamiento y la autonomia son aspectos muy importantes a desarrollar de nuevo para que este completamente segura en la sociedad.

Los cursos de empodermiento dedicados a mujeres que han sufrido maltrato estan muy desarrollados e implican un trabajo directo con estos dos aspectos: la autonomia y el empoderamiento. Se trabaja desde amplias espectativas, con temas directos enfocandolo a las mujeres y haciendo que estas sean sujetos de cambio, que trabajen con su cuerpo y con ellas mismas y sobretodo que aprendarn a superar sus miedos.

Una persona sin autonomia es dependiente, ya sea en la situacion que sea, pero se hace indispensable desarrollar este aspecto conjuntamente con el empoderamiento para asi sumar libertad y crear una liberacion de lo vivido con anterioridad.

Ha de quedar muy claro, que esta manera de empoderamiento y autonomia, no conlleva la dominación de los otros, sino la adquisición de recursos, conciencia y habilidades para acabar con la situación injusta que pueden vivir las mujeres en todo el mundo, y de formar parte de la sociedad como ciudadanas de pleno derecho, en igualdad real de condiciones. 

MARIA NIETO LOPEZ

jueves, 30 de mayo de 2013

Autonomía y bienestar en el trabajo social



Según el código deontológico del trabajo social, uno  de los objetivos  centrales del trabajador social es incrementar el bienestar del usuario.

Frederic G. Reamer defiende la autonomía, asegurando que a mayor libertad, mayor autonomía de la persona y de esta manera llegar a conseguir el bienestar. Por lo tanto el trabajador social tendrá que considerar las posibilidades reales con las que cuentan sus usuarios para ayudarse a ellos mismos y el grado de participación que ellos puedan dar para la resolución de su problema.  

Para ello el trabajador social deberá fomentar la autonomía del cliente lo cual es la parte fundamental del caso, ya que el trabajador social puede sugerir o presentar alternativas, pero la capacidad de decisión ha de residir últimamente en el usuario. No se puede interferir en la decisión del cliente ya que un principio muy importante para esta profesión es la autonomía y libertad de las personas.

Por lo tanto la clave para conseguir la solución del problema que presenta el usuario, es fomentar su autonomía, que el sepa que puede conseguirlo y para eso darle las opciones existentes que hay. Una vez el conozca las opciones será totalmente necesaria su autonomía y capacidad de decisión para eleguir cual de las opciones es la que mas le conviene.

De esta manera, consiguiendo su autonomía, el usuario podrá alcanzar su bienestar.

Daniel Martín Embarba