jueves, 23 de mayo de 2013

Medicación y autonomía


La medicación psiquiátrica es utilizada regularmente en multitud de casos y actualmente es uno de los grandes pilares relacionados con la supresión de personas que pueden generar problemática social.

Volviendo a la autonomía y a la dependencia, podemos estar seguros que utilizar medicación psiquiátrica ante una problemática específica como por ejemplo una esquizofrenia no confraterniza precisamente con una idea de autonomía, más bien podría ceñirse a los principios de bienestar que se conciben en esta sociedad.

El uso de dichos medicamentos tiene una base científica que ejerce la defensa de los mismos, la utilidad que tiene eliminar los síntomas positivos en una esquizofrenia paranoide puede eliminar la peligrosidad de la enfermedad tanto para el mismo como para las personas que le rodean, pero al hacerlo no estás dejando de anular la autonomía al menos en parte para conseguir un bienestar.

El uso de medicación psiquiátrica en muchos casos está enfocado de una manera negativa, haciendo que su uso sea abusivo en personas que quizá no necesitarían tomar ningún tipo de sustancia para alcanzar el supuesto ``bienestar´´ siendo utilizados para intentar solucionar ``problemas´´ del modo más rápido posible, de esta manera se crean muchas personas drogodependientes desde edades muy tempranas, cuando quizá esas personas en vez de una medicación necesitan otro tipo de atención mucho menos agresiva para el desarrollo de la persona.

También hay datos de que ha habido intereses económicos de por medio entre farmacéuticas y centros de menores para el uso normalizado de medicación anti psicótica y psiquiátrica en general, haciendo que psiquiatras velen por sus intereses económicos jugando con el futuro menores de edad, eso sin contar con que en multitud de ocasiones, el interés económico no es el que prima, siendo lo más necesario mantener a los menores tranquilos y sin causar problemas que haciendo una intervención real que aporte al desarrollo del menor  cierta autonomía y cierto bienestar.

La reflexión que queremos hacer es la siguiente, si uno de los objetivos más extendidos y básicos en las instituciones sociales es fomentar la autonomía del individuo, que se valga por sí mismo y se integre en esta sociedad, ¿por qué se utiliza un método en muchas ocasiones más sencillo pero que desvirtúa en su esencia ese objetivo de conseguir una autonomía real? ¿Lo que buscan ciertas instituciones es realmente ayudar a la persona a la que suministran estas sustancias ¿Buscan realmente ayudar a la persona o evitar un problema social? Seguramente la contestación seria que ambas cosas, que se ayuda al individuo y una de esas ayudas es evitar que sea un problema en esta sociedad, pero, ¿De verdad es necesario sacrificar parte de la autonomía de la persona para ello?

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