A través de la llegada a Melilla al CETI, los inmigrantes hacen de
todo para poder conseguir el pase a la península.
Cuando estos pasan a la península,
la policía nacional los envía al CIE, que no deja de ser una “especie” de
cárcel en la que los inmigrantes que tienen “delitos administrativos”, es
decir, los llamados “sin-papeles”, están encerrados.
Es entonces cuando los
inmigrantes ilegales se encuentran a la espera, durante cuarenta días, para que
España pueda corroborar junto con los países africanos, la procedencia de la
que estas personas han declarado proceder.
El número de personas que los
países de procedencia van a identificar como de su país, va a ser proporcional
a la relación que tenga con España. Así, nos encontramos que países con los que
España tiene buena relación, identifican a la mayoría de sus ciudadanos y es
cuando nosotros enviamos a estas personas de nuevo a su país.
Sin embargo, los países con los
que España apenas tiene relación, no identifican a ninguno y por lo tanto, una
vez que pasan estos 40 días, les dejan salir del CIE sin más, sin ayudarles en
absoluto en ninguno de los dos casos.
¿Realmente se interviene en algún
momento con estas personas? ¿Debería cambiar la ley de extranjería o basarse en
otro tipo de libre albedrío, como en el que se basa actualmente, dependiendo de
si tenemos buenas relaciones internacionales o no?
Andrea N.
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